No lo entendía. Y como no lo entendía decidí consultarle a mi amiga Wikipedia, porque si algo me sobra a mí a parte de mala ostia, es tiempo libre. Resulta que una tal Santa Elena, hace no sé yo cuántos años, se encontró por casualidad con una cruz, la cruz donde murió Jesucristo, para ser más exactos. Ese parece ser el origen religioso de las cruces que desde hoy hasta el lunes adornan nuestras calles y dificultan el tráfico. Luego decía algo de emperadores y romanos, pero me empezó a doler la vista y la letra era muy pequeña. Estas cruces a las que poca gente presta atención, son confeccionadas y plantadas el mismo día en que la Segunda Internacional decidió honrar a los mártires de Chicago, hecho que en 1886 desencadenó una serie de movilizaciones por las que más adelante serían condenados a muerte cinco trabajadores anarquistas.
Somos el único pueblo de toda la provincia y uno de los pocos de la comunidad valenciana que engalana sus plazas y avenidas con estos floridos monumentos, conmemorando una absurda leyenda que conmueve a cuatro beatos y tres carcamales. Parece ser que Burriana crece, sí, pero a lo ancho, pues en cuanto a nivel cultural se refiere, no superamos el nivel de localidades como Cabeza de Vaca (Badajoz), Cieza (Murcia), Aguilar del Río Alhama (La Rioja), Breña Alta y Breña Baja (Tenerife) o el barrio de Santa Cruz de Alicante, poblaciones que también celebran todas ellas las cruces de mayo. Y no es que menosprecie a la España rural, pero considero que cuando un pueblo crece, lo ha de hacer en todos los sentidos.
Hoy un mundo en crisis celebra el 1 de mayo. En España, pocos son los trabajadores que salen a la calle, son los parados quienes, en su defecto, reclaman unos derechos que les están siendo negados ahora más que nunca, siendo víctimas de una situación que viene arrollando a la clase trabajadora desde hace un tiempo, en la que se disfraza de mártir al culpable. La mano invisible nos ha metido a todos su enorme dedo invisible por el culo, las cifras son míticas y las medidas, un chiste de Arébalo. Lo hemos visto, desde Titanbur a Moidecar, pasando por Porcelanosa. Pero sembramos cruces en vez de barricadas, porque somos el paradigma de una España necia que vive pendiente de Belén Estéban y de Leo Messi, porque seguimos narcotizados por ese opio llamado religión, que justifica dictaduras y encubre a pederastas, y porque somos el ojete de un mundo gobernado por el mismo eje del mal que hostiga a Irak y a América Latina, pero del que todos tomamos ejemplo a la hora de hacer cultura. No importa cuántos años pasen, es la teoría de Darwin pero vuelta del revés, volvemos a nuestro estado inicial, nos erguimos poco a poco y nuestro cerebro vuelve a convertirse en la ciruela pasa que hace millones de años nos valió para descubrir el fuego e inventar la rueda.
Mientras tratamos de sacar la cabeza del barrizal en el que estamos metidos, en Tesalónica y Atenas la policía carga brutalmente contra trabajadores y estudiantes, la plaza José Martí, en Cuba, se abarrota de gente que no protesta, celebra, CCOO. Y UGT se dejan ver el pelo en Madrid amenazando con provocar un notable conflicto laboral y Estados unidos, que debería ser el primero en recordar a las víctimas de la opresión, celebra “el día de la ley”. Pero desde mi balcón nada de eso se divisa, no hay pancartas, ni antidisturbios, ni un triste delegado sindical con un megáfono de los chinos leyendo un manifiesto a viva voz. Lo que veo es más bien digno de la España del caudillo, pero con verjas publicitarias de Derribur y cámaras digitales. Y como no teníamos suficiente con la cruz que nos obligan a cargar día a día, nos plantan justo en frente una enorme, que nos recuerda que seguimos como nuestros abuelos, aunque la globalización nos ha hecho 100% modernos, seguimos teniendo cultura cero. Os dejo, ahora tengo que ir a por las entradas del Arenal Sound.
- Kevin Laden -
http://diosesterrorista.blogspot.com/
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